Acudiremos a esta lista únicamente cuando nuestras flechas sigan una tendencia clara a desviarse en un sentido determinado sin causa aparente justificada, y siempre teniendo en cuenta que debe ser solo orientativa, ya que las desviaciones de las flechas suelen ser fruto de varios factores combinados. Lo más aconsejable es acudir a algún monitor que observe nuestra técnica y material y nos ayude a encontrar la causa de nuestros desarreglos en el tiro.
Hombro demasiado hundido.
Mano elevándose en el momento del disparo.
Muñeca doblada, con los dedos demasiado altos.
Codo doblado situando la mano más alta.
Brazo demasiado relajado.
Brazo moviéndose hacia arriba en el momento del disparo.
Ejercer presión con el talón de la mano sobre la parte baja de la empuñadura.
Sujetar el arco demasiado bajo en la empuñadura.
Cabeza con la barbilla demasiado baja.
Anclaje demasiado bajo, perdiendo contacto con mandíbula.
Anclaje con la boca abierta.
Tirón de la cuerda en la suelta.
Codo demasiado bajo.
Soltar desplazando la mano hacia abajo.
Pinzar la flecha desplazándola hacia arriba.
Inclinado hacia la diana.
Pies descentrados de su posición hacia eje de tiro.
Caderas hacia eje de tiro, en posición contraria a pies u hombros.
Hombros hacia eje de tiro descentrados respecto a pies o caderas.
Arquero respirando.
Tensando más de lo que debe.
Elevación del hombro.
Mano moviéndose hacia abajo en el momento del disparo.
Muñeca doblada con los dedos demasiado bajos.
Brazo demasiado estirado.
Brazo moviéndose hacia abajo en el momento del disparo.
Anclaje demasiado alto.
Mandíbula adelantándose para buscar la cuerda.
Barbilla demasiado alta.
Anclaje demasiado corto, perdiendo contacto con la nariz.
Suelta hacia delante acompañando la cuerda.
Codo demasiado alto.
Soltar desplazando la mano hacia arriba.
La cuerda golpea la parte interna del brazo en el momento del disparo, al estar hiperextendido el brazo o el codo girado incorrectamente.
Inclinado hacia atrás.
Pies descentrados de su posición hacia línea de tiro.
Caderas hacia línea de tiro en posición contraria a pies u hombros
El arquero cede en la tensión de la cuerda antes del disparo.
Hombros hacia línea de tiro descentrados con caderas o pies.
No tensar lo suficiente el arco.
Hombro elevado.
Hombro saliendo hacia el arco.
Agarre excesivo del arco.
Empuñadura demasiado cerca de los dedos índice, corazón y anular.
Muñeca demasiado relajada.
Brazo moviéndose hacia delante.
Brazo moviéndose hacia la izquierda en el momento del disparo.
La cuerda choca contra el brazo, hombro o ropa del arquero.
Girando cabeza hacia la derecha.
Cabeza acompañando la mano de cuerda.
Cambio de ojo director.
Dedos pinzando el culatín.
Soltar hacia fuera.
Tirón de la cuerda al soltar.
Dedos agarrotados en la cuerda.
Giro excesivo de la posición de pies hacia línea de tiro.
Caderas hacia línea de tiro en posición contraria a pies-hombros.
Hombros hacia línea de tiro descentrados con pies o caderas.
Arco inclinado hacia la izquierda.
Codo flexionado.
Agarre escaso de la mano de arco.
Palma de la mano empujando demasiado la empuñadura.
Empuñadura demasiado cerca del dedo pulgar.
Muñeca demasiado relajada.
Brazo de arco entrando demasiado en el hombro.
Brazo moviéndose hacia la derecha en el momento del disparo.
Arco inclinado hacia la derecha.
Cabeza moviéndose hacia la izquierda.
Anclaje demasiado largo.
Muñeca doblada hacia el cuerpo.
Soltar con la mano hacia el cuello.
Soltar hacia delante.
Dedos agarrando con las yemas.
Giro excesivo de la posición de los pies hacia el eje de tiro.
Caderas hacia eje de tiro en posición contraria a pies-hombros.
Hombros hacia eje de tiro descentrados con pies o caderas.
Hombro del brazo de arco alto: al producirse el disparo, el brazo es “arrastrado” por el movimiento brusco del brazo de cuerda y se encoge produciéndose impactos habitualmente a la derecha.